El profesor

Aquí os dejo una entrada de Carmen Sánchez Trijueque.

Ahora que llega el verano y con él las clases de recuperación de aquellos estudiantes que no han hecho lo que debieran durante el curso vuelven a resurgir las clases gratuitas de aquellos jugadores que creyéndose (y puede que así sea) los más avezados en esto del mus (siempre por supuesto, siendo testigos de partida ajena) o habiendo competido contigo en una sola ocasión y conociéndote exclusivamente de un “saludo” suelen cogerte por banda y a la mínima ocasión te ofrecen una “clase gratuita y detallada” de lo que se debería haber hecho…..

El tema no pasaría de lo puramente anecdótico si no fuera porque:

1º.- No existe ni conexión ni confianza entre “profesor y alumno”

2º.- Nadie le ha pedido su opinión

3º.- La partida es de hace una semana

4º.- Es un “profesor machacón” (aquellos individuos que ante la petición de por favor no me des más la brasa, vuelve a recordarte el argumento inicial)

¿Qué consiguen ante un alumno rebelde?, ¿Qué objetivo tiene su estrategia machacona de la resolución de la partida que ha pasado a mejor vida?, ¿Qué pretenden con la petición de “por favor, déjalo ya” del alumno acorralado?, ¿Cómo pueden “tirarse a la piscina” si no han sido consultados, ni siquiera invitados a compartir la charla que mantenía el grupo antes de asaltarlos?....

Es difícil para según qué caracteres mantener la calma y diplomacia ante tales situaciones, se supone que las damas siempre, siempre se deben comportar como tales, pero señoras/es la vida es dura, el mus también, y aunque somos damas en según qué situaciones no se nos trata así, a la muestra un botón, entonces ¿cómo se debe actuar ante el susodicho?, ¿hay que abanicarse dando muestras de que en cualquier momento se pueda una desvanecer después de insistir con peticiones de parar la conversación ó se opta por dejar que el fiero instinto aflore y poderse defender de los juicios gratuitos que nos está ofreciendo?, Si al menos con la charla nos hubiera enseñado algo…., al final ni el mismo sabía lo que quería decir, simplemente en ese momento era “un jugador en una escala superior, porque había ganado una partida en la semana anterior”, como si eso fuera una novedad, una vez ganas y a la siguiente te eliminan, eso es el mus, y así se vive….

Tengo que confesaros que al ser una jugadora con carácter y encontrarme en ese momento sin mi compañero (lo habría hecho él), no tuve más remedio, muy a mi pesar de “mandarle a freír espárragos” (dicho de forma poco sutil, lo reconozco) pero es que “el profesor” andaba divagando por terrenos pantanosos, giraba en círculos sin llegar a ninguna parte y me acusaba sin cesar de una mala actuación….

Las clases que se las den a aquellos que las soliciten y que las cobren por favor, no las impartan gratuitas, que esas son las que menos se demandan….

¡Larga vida al mus!

Carmen Sánchez Trijueque