lunes, 19 de abril de 2010
El compañero ideal
Hoy hablaremos del compañero ideal, de mus claro. A la hora de sentarse a jugar al mus, conviene acertar en la elección de pareja.
En primer lugar quiero comentar la creencia de que el compañer@ ideal debe ser contrario y a la vez complementario de uno mismo, como denominamos en mi tierra, "Quijote y Sancho", digamos, uno que juegue de forma locuaz, asumiendo riesgos y otro que juegue representando la sensatez, caminando con seguridad y sujetando las locuras del quijote.
Bueno pues yo me decanto por quijote y sancho si , pero no que uno sea sancho y el otro quijote sino que, en la pareja ideal, esos roles deben de ir cambiando según dicte la situación, unas veces sancho, otras quijote o incluso dos sanchos o dos quijotes.
Dejando a un lado lo de Sancho y Quijote, creo que en la pareja ideal deben tener confianza el uno en el otro y consensuar las decisiones, sobre todo en la forma de cortar y a la hora de querer un órdago o un envite desproporcionado.
Dejo claro que siempre hablo bajo mi punto de vista y espero que, tanto si lo compartís como si no, dejéis vuestra opinión en los comentarios.
Os vuelvo a dar las gracias por vuestras visitas y por todo el apoyo que he recibido y, aunque me digáis cansino, quiero volver a pedir que me mandéis las direcciones de los lugares donde jugáis al mus.
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ResponderEliminarNo admito publicidad.
ResponderEliminarGracias.
Hola, creo que todos tenemos un poco de Quijote y otro de Sancho, encontrando el equilibrio entre los dos componentes de la pareja sería el
ResponderEliminarmejor resultado para competir, pero, a la hora
de la verdad el que es Quijote peca de serlo y
el que tenga fama de Sancho también reafirmará
su perfil...
habría que intentar no cansar ambos papeles por
parte de los dos componentes de la pareja...
un saludo, Carmen
Hola Carmen, tu reflexión me parece muy acertada, ya que es muy difícil cambiar la naturaleza humana. Es como soy yo, un jugador arriesgado y aunque intento, muchas veces, jugar seguro, siempre me termina saliendo la vena temeraria.
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